jueves, 24 de abril de 2014

Epic: La batalla del general Patton against Himself (The director's cut)


Admito ser supersticioso. Hace ya varios meses, me sentí perseguido por una canción de finales de los ochentas bastante famosa. La canción es Epic de la banda Faith no more. Ya había escuchado esa canción muchísimas veces, había visto el video y, aunque siempre la disfruté, nunca le presté la atención merecida, me parece. O así me pareció, al menos, después de que me empezara a seguir por todas partes.

Por espacio de dos meses, cada vez que encendía la radio del carro aparecía. En fiestas caseras, alguien la ponía. Sonaba en las calles y en la televisión. De fondo, en películas. En fin, estaba en todas partes. No me quedó alternativa más que interpretar aquello como una señal de los dioses musicales. En el año 2014 escuché Epic de Faith no more con atención por primera vez.

Y me encantó. Encontré fascinantes los juegos del vocalista Mike Patton. Qué cabrón tan original y atrevido, pensé. Y casi inmediatamente después: ¿qué habrá sido de él post Faith no more? Pregunta la cual me embarcó, para mi total sorpresa, en una gran aventura sonora que me llevo desde el metal (regresé cual hijo prodigo) a algo parecido a la ópera, haciendo varios stops en el rap, el hip hop y el trip hop, etc. Calando en todo tipo de emociones, como terror, humor y hasta erotismo. 

Y esa diversidad será el tema de la saga Patton. En este episodio, un metal a contraluz: Fantômas.


Este fue el primer disco que escuché en la aventura Patton. El concepto me pareció tan genial: un disco de covers pero de películas. Es decir, intentar interpretar o traducir una obra cinematográfica al lenguaje musical.

¿Qué puede salir mal, no? Pues... la etiqueta más apropiada para la música que Patton hace en este proyecto es metal avant-garde, habráse visto etiqueta más ridícula. Las canciones son cortas, intensas, en muchos casos casi que espasmódicas... Lo más interesante es, por supuesto, el display vocal de Patton, que tiene un rango impresionante.

Y se dan momentos sublimes, en los que la canción iguala una gran película. Mi favorita del disco:


Otro ejemplo y nos vemos en el próximo episodio, en el cual el general  Patton se pone picarito de verdad. 


viernes, 11 de abril de 2014

El tío Tupelo y su movimiento No Depression


En los 90's la misión parecía ser, saludablemente, acabar con el falso glamour de los ochentas. De hombres con cabelleras rubias perfectas bailando en sus leotardos atigrados, y cantando: girls, girls, girls... De lujos, de ostentación, de cocaína y de rockstars más grandes que la vida.

Por una parte, la de mtv y de revistas, el grunge rompe con influencias y obras muy disparejas. Nirvana, regresando la mirada al punk, viene a ser el estandarte. Por la otra, la de estaciones de radio alternativa y de bares de poca monta,  tenemos a Uncle Tupelo, que aunque también vuelve al punk, tiene una base absolutamente folk.

Con influencias country como The Carter Family, The louvin' brothers y Hank Williams, las canciones de Uncle Tupelo hablan de la vida del hombre común de clase media/baja, que debe hacerlas irremediablemente en un trabajo basura y debe, debe emborracharse todos los viernes porque simplemente no hay nada más que hacer en su pueblito de mierda y, carajos, no hay otra manera de soportar el trabajo más que dándole al botón de reset de vez en cuando.

Pero, me proyecto.


Persuaded, paraded, inebriated and down
Still aware of everything life carries on without
'Cause there's one too many faces with dollar sign smiles
I got to find the shortest path to the bar for a while

Con este su primer disco, le dan nacimiento al movimiento No Depression. Se les llama padres del "country alternativo". Con claras influencias punk, llenaron de frescura y novedad la música tradicional norteamericana. Donde el grunge ha muerto, esta mezcla de música folk con rock & roll persiste hoy más que nunca en bandas como Wilco, Black Keys, Alabama Shakes, Arcade Fire (canadienses), Elvis Perkins, Fleet Foxes, Mumford and Sons, and so on and so on and so on...

Gracias al abuelo Neil Young. Gracias, Tío Tupelo, por acabar con esto:



Estaba seguro de que hoy me iban a despedir. Así que, con su permiso, me voy a sentar a un bar antes de que esta vida puta me quiebre el alma. Adiós, pajaritos de dios.

miércoles, 9 de abril de 2014

Sky blue sky (2007) de Wilco: El amor como arte y como guerra


Wilco (abreviación militar para "will comply"), nace de los remanentes del grupo de "country alternativo" Uncle Tupelo, pioneros y muy, muy influyentes en su momento. Viene a ser, discutiblemente, la banda americana más importante de la última década.

Su discografía, además de intachable, es sumamente diversa e interesante. Luego de la desintegración del Tío Tupelo, continuaron coqueteando con el country por un par de discos más para después experimentar con... pues con todo, con el rock pesado, con el pop barroco  y todo lo que hay entre esas dos cosas. 

Siguiendo su discografía en orden, Sky Blue Sky cae como una agradable sorpresa. Después de 3 discos que yo tacharía de "surrealistas", vuelven en cierta manera a sus raíces folk. Pero sin poder - y para qué querer- deshacerse de esa vena experimental, juguetona.

Por experiencia diré que no es un disco que se pueda juzgar a la primera escucha. Es engañoso. Hasta hace poco empecé a atar cabos y a ver entre sus canciones no sólo un tema, que eso creo que salta de buenas a primeras, sino más bien una declaración: el amor es una guerra.

Impossible Germany siempre me resultó extraña, y de ahí, poco a poco nació esta mi final apreciación.



This was still new to me 
I wouldn't understand
Impossible Germany
Unlikely Japan

This is what love is for
To be out of place
Gorgeous and alone
Face to face

Alemania imposible; Japón improbable. 

Volviendo a la canción que le da nombre al disco, la letra reza:

Oh, the band marched on in formation
The brass was phasing tunes I couldn't place
Windows open and raining in
Maroon, yellow, blue, gold and gray...

I survived, dice después ,and that's good enough for now. El amor como una batalla de la que, algunos suertudos, regresan vivos.

En Side with the seeds, se habla de "alearse", de tomar bandos:


The treetops nod
the rain applauds
The park grows dark
And the swings all slowly die
But you and I will be undefeated
by agreeing to disagree
No one wins but the thieves
so why side with anything

Ya en Shake it off, se hace una referencia directa al tema:


It definitely starts to spoil my heart
Somewhere there's a war
Sometimes there is art

Lo que me gusta particularmente de este disco es que tras esa gran añoranza que encierra, termina siendo en general bien alegre y hasta positivo. Esperanzador. Lo fácil hubiese sido hacer todo lo contrario, pero Wilco le hace honor al nombre y no defrauda.

En cuanto a sonido, resalta su unidad. Parece que todo es una gran canción. El guitarrista Cline, que se estrena en este disco y que es conocido por ser experimental, se acopla de manera sorpredente al grupo. Debo decir que recuerda mucho al gran Harvest de Neil Young. 

Cierro con mi canción favorita del disco y que confieso escuchar, cantar y bailar de manera enfermiza: